
«Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres».
Pitágoras de Samos
Temas
- Ayuda a tus hijos a usar inteligentemente su inteligencia
- Píldoras educativas
- Crea un ambiente digital más seguro
Introducción
A educar se aprende educando y, aunque es más difícil redirigir el camino a medida que nuestros hijos crecen, la posibilidad de cambio siempre existe y esto les beneficia a ellos y a nosotros también. En este punto, le he pedido a Elena Roger[1], una experta pedagoga, directora del portal Solohijos.com. y de Cognitum, un centro en el que imparte talleres y asesora de forma personalizada a padres, que siente unas bases que nos puedan servir de gran ayuda y que son esenciales, no solo para prevenir cualquier abuso, hablar de sexting, pornografía o influencers, sino también para acompañar a nuestros hijos en su camino hacia la felicidad. Lo bueno de sus aportaciones es que, además de servirnos para ser buenos educadores y criar hijos más autónomos, nos pueden ayudar a mejorar como personas.
Douglas Jerrold, escritor inglés, dijo ya en el siglo XIX que «los problemas son como los bebés; solo crecen alimentándolos». Y hoy día cobra sentido más que nunca esta pequeña reflexión porque los retos que nos encontramos con nuestros hijos ya antes de la preadolescencia se «alimentaron» de forma inconsciente cuando eran bien pequeños.
Nacen sin defensas. Vulnerables y desnudos. Poco a poco, vamos enseñándoles a interrelacionarse con su entorno. Y resultado de esta, van reclamando sus necesidades más básicas: libertad, competencia y pertenencia, entre otras.
- Libertad para poder elegir, para poder sentir que son los dueños de su vida, para aprender a ser responsables o poner límites a los demás. Los niños aprenden a tomar decisiones tomando decisiones.
- Pertenencia para saber que son parte de un grupo, de una familia que haga lo que haga y diga lo que diga, lo acepta y lo valora. El sentimiento de pertenencia determina cómo la persona se ve frente al otro y frente a su ambiente.
- Competencia para saber que su vida tiene un propósito, que puede contribuir, que «es capaz». Está íntimamente ligado a la motivación.
Estos son los alimentos básicos que necesitan nuestros hijos para crecer seguros y con un pensamiento amplio y crítico. Para atreverse a elegir y equivocarse. Para atreverse a decir «NO» e ir contra corriente. Para sentirse fuertes por dentro, para gustarse y no compararse tóxicamente con los demás. Para sentirse seguros de poder enfrentarse a cualquier desafío. Para sentir una motivación intrínseca.
Sin estas tres necesidades satisfechas, nuestros hijos crecen «cojos». Necesitan luchar para reclamarlas. Y lo harán como sea. Jane Nelsen, psicóloga y educadora, explica que, como resultado de no conseguir satisfacer estas necesidades básicas, se desarrollan en nuestros hijos una serie de metas inconscientes cuyo único objetivo es lograr esta pertenencia:
- Atención inapropiada: «Me siento parte de la familia solo cuando llamo tu atención».
- Poder mal dirigido: «Soy parte de la familia solo cuando estoy al mando, por lo tanto, no dejo que nadie me dé órdenes».
- Venganza: «Veo que no soy importante para esta familia, eso me hace daño y a mí ya no me importa hacer daño a los demás».
- Indefensión aprendida: «Me rindo, es imposible pertenecer a esta familia; haga lo que haga, no lo consigo».
Los niños y adolescentes que deben «luchar» para conseguir su lugar en su pequeño mundo suelen atacar, defenderse o huir; son seres humanos que eligen estrategias cognitivas y emocionales tóxicas para buscar esa pertenencia que no sienten gratuita. Son niños y adolescentes que desarrollan escudos para protegerse y esto generalmente impide que crezcan con un pensamiento amplio.
¿Y por qué nuestros hijos llegan a estas creencias?
Porque desde bien pequeñitos, algunos padres y madres, con la mejor intención, han aplicado estrategias poco respetuosas para ellos: premios, castigos, permisividad, elogios, gritos, insultos, sarcasmos, amenazas, juicios, culpa, sermones…
Estas estrategias están bien si el objetivo es que los niños obedezcan, pero no si nuestra intención es que aprendan a pensar y a utilizar su libertad. El verbo «obedecer» no se lleva muy bien con el verbo «pensar».
Aprender a usar inteligentemente la inteligencia se aprende desde pequeño. Cuando ante un desafío los acompañamos en la reflexión y no les ayudamos con las soluciones. Cuando les permitimos que se equivoquen para que lleguen a un aprendizaje al que no llegarían de otra manera o les ayudamos a que sopesen las consecuencias de sus acciones, en ellos y en los demás. Cuando les enseñamos empatía y autoempatía, a argumentar y contraargumentar. A visualizar y planificar. A proyectar, inducir y deducir.
A esto se le llama pensar con criterio y muchas veces perdemos de vista este objetivo en pro de una obediencia frágil que, de forma encubierta, encierra graves peligros que solo salen a la luz cuando nuestros hijos tienen la necesidad de tomar decisiones importantes y no saben hacerlo. Lo vemos ante las pantallas, ante el sexo, ante los amigos que eligen, ante su intimidad, ante la gestión de su ira, ante la frustración, ante lo que consideran amistad o amor… Tras cada comportamiento de nuestro hijo, hay un proceso cognitivo. En ocasiones demasiado rápido y automático. Demasiado sencillo y cómodo. El resultado es que acceden a las pantallas y a la sociedad con un campo mental pequeño, reactivo y poco flexible. Entonces, ¿cómo les ayudamos a tener criterio? ¿Cómo les enseñamos a pensar desde que son bien pequeños?
¿Cómo ayudar a que nuestros hijos utilicen inteligentemente su inteligencia?
«No quiero que pienses como yo, solo que pienses».
Frida Kahlo
- LO PRIMERO: CONECTA CON TU HIJO, LLEGA A SU CORAZÓN
No podemos llegar a la razón sin pasar antes por el corazón. Cualquier ser humano necesita sentirse escuchado y tenido en cuenta (libertad, pertenencia y competencia) antes de querer escuchar, colaborar, corregir o aprender. El primer paso para desarrollar criterio en nuestros hijos es llegarles al corazón.
Aprende a escuchar. Para enseñar cualquier cosa a cualquier ser humano, lo primero que hay que hacer es aprender a escuchar. Escucha para comprender, no para responderle. O se siente escuchado o no se sentirá vinculado. Mientras observas y escuchas, interpreta cómo se siente, por qué tiene la necesidad de decir o hacer eso, cuál es su objetivo, qué te indica su comunicación no verbal…
Averigua sus necesidades y sentimientos. Antes de decir o hacer algo, trata de ver más allá de su comportamiento y bucea entre las necesidades que tiene o no tiene satisfechas.
Ante una falta de respeto, no te quedes con sus palabras hirientes sino en por qué tiene la necesidad de utilizar ese tono y esas palabras para ser escuchado. Las estrategias que adoptes serán totalmente diferentes a la que implementarías si solo lo consideraras una falta de respeto.
Utiliza un lenguaje empático. Puedes ser firme y respetuoso al mismo tiempo. La amabilidad no implica laxitud, tan solo conexión. Cuanto más empático seas con tu hijo, más abierto al aprendizaje, a la colaboración y al cambio estará.
Tu hijo no aprende cuando tú quieres enseñar sino solo cuando él quiere aprender; por lo tanto, crea las oportunidades para que se dé la conexión y el aprendizaje sea significativo para él.
A continuación, dejo aquí algunas frases que a cualquier hijo le gustaría escuchar de su progenitor ante un reto.
Frases para conectar
—«Cualquier cosa que quieras contarme es importante para mí».
—«Veo que estás muy enfadado conmigo y acepto cualquier sentimiento. Cuando estés más tranquilo, hablamos de lo que te ha dolido. Me gustaría comprenderte».
—«Es normal sentir tristeza o ira en esta situación. No todo se puede resolver como queremos. Ojalá pudiera ser así para todos. Por eso sé que ahora necesitas un tiempo para ti. Cuando quieras que hablemos sobre esto, me avisas».
—«Siento lo que te ha ocurrido. Es normal sentir tristeza en esta situación».
Frases para disculparse
—«Lo siento, te he herido. Gracias por ayudarme a verlo. Intentaré ser más cuidadoso con esto en el futuro».
—«No puedo cambiar lo que ha ocurrido, pero me gustaría hacerlo mejor a partir de ahora».
—«Sé lo sensible que eres con esto, lo tendré en cuenta para otra ocasión».
—«Lo siento, ¿puedes ayudarme a entender por qué te ha dolido tanto?».
Frases para poner límites respetuosos durante el conflicto
—«No entiendo lo que acaba de ocurrir ahora mismo, y estoy muy enfadado. Como te quiero mucho y no quiero herirte, prefiero calmarme y hablar más tarde».
—«Noto que estás realmente molesto, pero no puedo entenderte y/o escucharte cuando me gritas».
—«Puede que tengas razón, pero no te entiendo de esta manera. Prueba para decírmelo de otro modo para que pueda comprenderte y quizás ayudarte».
—«Sé que estás molesto y muy triste ahora mismo y eso lo acepto; lo que no acepto es la agresividad. Busca otra estrategia para mostrar tu enfado. Si me necesitas, te puedo ayudar».
Frases para confrontar ideas
—«No opino lo mismo que tú, pero te agradezco que me lo digas».
—«Yo no lo veo de la misma manera. Dime por qué piensas eso».
—«Te entiendo, pero no comparto tu opinión».
—«No estoy de acuerdo con lo que dices, pero me interesa saber más».
—«Es interesante tu punto de vista, no lo había visto así».
—«¿Qué te ha llevado a pensar eso? Yo he sacado otra conclusión».
—«Me gusta que me digas lo que piensas, aunque no estemos de acuerdo».
—«Me encantará escuchar tus argumentos.»
2.LO SEGUNDO: HAZ PREGUNTAS ESTRATÉGICAS
Crecer con el criterio necesario para decir no al bullying, a la pornografía o a los porros, para defender al acosado y no ser acosador, para saber ver más allá del mundo perfecto de Instagram…empieza en casa.
Es el gimnasio cognitivo dónde nuestros hijos, desde un entorno protegido, aprenden a responder preguntas estratégicas, asociadas a buenas resoluciones de conflicto.
Ofrécele retos, que le permitan plantearse nuevas estrategias y salir de su zona de confort. Créale situaciones de desequilibrio, añade dificultad a la tarea, si es que es fácil para él. Mantén en tensión su cerebro:
—«¿Podemos llegar a la misma conclusión por otro camino?».
—«¿Por qué tenemos que creerte?».
—«¿Puedes prever cuáles serán las dificultades?».
—«¿Me puedes contar cómo lo resolverías tú?».
—«¿Puedes ponerme un ejemplo de lo que dices, por favor?».
Ayúdale a que se ponga en el lugar de otra persona y contemple el problema de forma divergente:
—«Si esto le estuviera pasando al abuelo, ¿qué soluciones elegiría él?».
—«¿Qué le dirías a un amigo en la misma situación? ¿Cómo crees que se sentiría él?».
—«¿Por qué crees que X dice o hace eso?».
Ofrécele oportunidades que le impulsen a usar lo aprendido y a detectar sus propios errores:
—«Si ahora estás más tranquilo, podríamos hablar de lo que ha ocurrido hace unos minutos. ¿Te has dado cuenta de cómo ha empezado todo? ¿En qué momento crees que has dejado de controlar? ¿Podríamos haber reaccionado los dos de otra manera? Explícame cómo te gustaría que yo hubiera reaccionado. ¿Qué consecuencias crees que ha ocasionado tu decisión de actuar así? ¿Has conseguido lo que deseabas? ¿Cuál crees que ha sido el error? ¿En qué te has basado para tomar esa decisión?».
Ayúdale a focalizar su atención no solo hacía un estímulo sino también hacia las relaciones de este con otros.
—«¿Hay algún punto en común entre lo que dices tú y lo que digo yo?».
—«¿Puede existir un punto de vista diferente al tuyo?».
—«¿Por qué crees que tu punto de vista es el correcto?»
—«¿Pueden ser las dos opiniones correctas?».
Ayúdale a relacionar actividades ya pasadas con otras que aún no han llegado.
—«¿Recuerdas la semana pasada cuando te enfadaste con tu hermano? ¿Recuerdas cómo terminó la situación? ¿Cómo te sentiste y cómo se sintió él? ¿Qué puedes hacer para que, si se repitiera la misma situación mañana, el problema acabara bien para los dos? ¿Qué otras cosas tendrías que valorar para no tomar la misma decisión? ¿Dónde crees que estuvo el error el otro día? ¿Qué otras estrategias diferentes puedes tomar?».
Desarrolla en él criterio para distinguir entre información relevante y no relevante. Así sus decisiones tendrán más posibilidades de basarse en el verdadero problema.
—«¿En qué te has fijado para tomar esa decisión?».
—«Esta característica, ¿es realmente importante para conseguir tu objetivo?».
—«Si te fijaras en otra característica, ¿cambiaría tu decisión?».
Respeta su tiempo para pensar y razonar. Su tiempo puede que no sea el tuyo. Respeta y acepta su estilo cognitivo. Como todo con los hijos, se necesita tiempo y paciencia.
—«No hay prisa, tómate tu tiempo para responder. Sé que no es fácil. Yo puedo esperar…».
Ayúdale a anticipar resultados. Hazle las preguntas necesarias para que se cuestione cuáles son las consecuencias de cada una de sus opciones. Y no solo para él, sino también para los demás. Hazle razonar hipotéticamente:
—«¿Qué crees que pasaría si…?».
—«Si haces lo que dices, ¿qué va a ocurrir?».
—«¿De quién serían las consecuencias en ese caso? ¿Tuyas o de alguien más?».
—«¿Podría haber ocurrido de otra manera?».
—«¿Consideras justo para los demás que se solucione el problema de esta manera?».
—«¿Qué es lo peor que puede pasar?».
—«¿Cómo imaginas que acabará la historia?».
Comparte tu objetivo con él y asegúrate que hay reciprocidad por su parte. Es la manera de vincularlo en su propio cambio y desarrollar en él la conciencia y el control sobre sus propios procesos de pensamiento y aprendizaje. A esto se le llama «metacognición».
—«Santi, ¿qué acaba de ocurrir hace 5 minutos? ¿No te recuerda a lo que ocurrió ayer y la semana pasada? (con la intención de que vea que hay un patrón). ¿Cómo te sientes? ¿Has conseguido lo que pretendías? En este caso, ¿cuál ha sido el error? ¿Habrías reaccionado de la misma manera si hubieras estado más tranquilo? ¿Qué habría ocurrido si, antes de estallar, hubieras reconocido que sentías ira y frustración, y que por eso te sudaban las manos y te dolía el estómago? Entonces ¿qué te parece si buscamos entre los dos una manera de ayudarte a calmar y relajar en esos momentos de enfado para que puedas valorar la situación y elegir la mejor estrategia? De esta manera es más fácil que tomes una buena decisión que te acerque a tu objetivo».
Enséñale a describir los hechos, sin ninguna interpretación. Es más fácil que encuentren el «verdadero» problema y no el que ellos creen que es, muy ligado a su estado emocional. También ayudará a que dejen de «culpar» a los demás y busquen la responsabilidad de sus actos.
No es lo mismo que tu hijo diga: «Mamá, siempre defiendes a Carlos antes que a mí, da igual lo que te cuente que siempre le crees a él» (se buscan culpables, es una queja), que decir: «Mamá, cuando anoche le diste la razón a Carlos yo me sentí…” (es una descripción, no ataca a nadie). Los sentimientos que generan ambas frases son muy diferentes, por lo tanto, las estrategias resolutivas también lo serán.
Ayúdale a verbalizar sus sentimientos y necesidades y hacerle consciente de su estado interior. También a considerar el de los demás:
—«¿Qué estoy pensando? ¿Por qué pienso eso? ¿Qué siento? ¿Qué necesito en estos momentos? ¿Qué creo que necesitan los demás? ¿Qué sienten? ¿Por qué se sienten así? ¿Qué piensan? Si hago lo que quiero hacer, ¿se solucionará el problema?».
La empatía requiere de un pensamiento abstracto y de un campo mental muy amplio. Cuando trabajas en tu hijo la gestión emocional, estás trabajando también la autorregulación cognitiva.
Utiliza halagos cognitivos. Les decimos que son un crack. Que son unos campeones. Les acostumbramos a un reconocimiento externo que, si no llega, les desmotiva y frustra. Para que la motivación sea intrínseca y crezcan empoderados, utiliza elogios que describan el proceso, no el resultado.
—«He visto que has dudado y veo que has elegido una estrategia equivocada; sin embargo, te felicito porque has valorado detalles importantes a pesar de no haber conseguido lo que querías».
—«Me gusta tu forma de valorar consecuencias…».
—«¿Recuerdas que esto mismo lo intentaste hace un tiempo y no lo conseguiste?».
—«Felicidades, has conseguido superarte a ti mismo».
—«Buena estrategia, casi lo consigues. Veamos si encuentras otra que te permita conseguirlo».
Antes de intervenir, hazte preguntas tú también. No siempre es fácil hacer preguntas estratégicas a los hijos porque el día a día no nos permite ver más que la punta del iceberg: el comportamiento. Debajo están las habilidades cognitivas, las necesidades y sentimientos, las creencias y expectativas… Para poder dirigir nuestras preguntas hacia esta zona inmersa y que les ayuden a aprender a pensar, debemos ser conscientes de lo que van a aprender con nuestra intervención antes de intervenir. Por eso, previamente debemos preguntarnos a nosotros mismos:
—«¿Qué es lo que quiero que aprenda mi hijo con mi intervención?».
—«Si hago lo que quiero hacer, ¿aportaré o restaré a mi hijo? ¿Se modificará?».
—«¿Qué es lo que realmente necesita?».
—«¿Qué está sintiendo en este momento?».
—«Si continúo haciendo lo que hago, ¿se arreglará el problema?».
—«¿Podría conseguir mi objetivo utilizando métodos más respetuosos con mi hijo?».
—«Con mi intervención, ¿le estoy enseñando a solucionar sus problemas o lo hago dependiente de mí?».
Y lo más difícil e incongruente para muchos padres: elimina de tu proyecto educativo los premios y castigos. Ambos son una manipulación que solo conseguirán que tu hijo haga las cosas por miedo o interés. Para resolver desafíos y conflictos no es necesaria la coacción, sino la inspiración: enséñale a hacer buenas resoluciones de conflicto. Si se equivoca, ayúdale a detectar el error y a buscar soluciones divergentes. Así de sencillo.
Si crecen así, cuando se encuentren ante un grave problema, recurrirán a vosotros. Tendrán interiorizado que los errores son una fuente de aprendizaje y que, ante un desafío, siempre pueden contar con vuestro acompañamiento, no con vuestro juicio.
Enseñar a pensar con criterio es un arte que comienza casi cuando emiten su primer llanto. Desde ese momento, estamos desarrollando en sus cabecitas y corazones creencias, habilidades y actitudes que les permitirán enfrentarse con mayor o menor éxito a la sociedad más adelante.
No dejemos que sea esta sociedad la que defina a nuestros hijos. Enseñémosles nosotros lo que son, hacia dónde van, a donde pertenecen, de lo que son capaces y, en definitiva, estrategias cognitivas y emocionales que les aseguren un empoderamiento de su vida.
«Tus hijos no tendrán éxito gracias a lo que hayas hecho por ellos, sino gracias a lo que les hayas enseñado a hacer por sí mismos».
Ann Landers
- Crea un ambiente digital más seguro
- Descubre cómo bloquear contenido en YouTube en 5 pasos
¿Cómo bloquear contenidos de YouTube en un ordenador?
Desafortunadamente, en octubre de 2017 YouTube cambió la interfaz de sus pantallas, con lo que eliminó la posibilidad de bloquear el modo restringido en los navegadores. Se trata de un gran retroceso para los que, en el pasado, confiábamos en la función de bloqueo para prevenir la mayoría de contenido pornográfico.
Pero existe una solución alternativa. Si usas un ordenador, puedes configurar el modo restringido de YouTube cuando accedes a youtube.com mediante un navegador como Chrome, Firefox o Safari. Para ello, debes estar conectado a con tu cuenta de Google, que es también tu cuenta de Gmail, y seguir los siguientes pasos:
1. Entra en youtube.com
2. Haz clic en la esquina superior derecha de tu foto de perfil.
3. Aparecerán una serie de opciones. La inferior debería ser “Modo restringido: activado/desactivado”. Al seleccionarlo se te abre una nueva ventana, en la que podrás elegir “Activar modo restringido”.
4. En la parte inferior de esta ventana te aparecerá el siguiente mensaje: “Bloquear el modo restringido en este navegador”. Hay que seleccionar también esta opción, si no la seleccionas y simplemente dejas el modo restringido encendido, cualquiera puede apagarlo. En cambio, si bloqueas el modo restringido, serás el único con posibilidad de desbloquearlo introduciendo tu contraseña de Google.
(Recuerda no darle a “recordar contraseña” a tu cuenta de Google en ningún momento, sino cualquiera podría desbloquearlo.)
5. Repite este proceso en cada navegador del ordenador: Chrome, Safari, Firefox… ya que cada uno funciona por separado.
¿Cómo bloquear contenidos de YouTube en un móvil?
Para bloquear contenidos de YouTube desde un móvil hay que hacerlo de manera distinta. El problema de los móviles es que se puede encender el “Modo restringido”, pero es fácil apagarlo. Las indicaciones varían ligeramente si se usa un dispositivo Apple o Android.
Si usas un dispositivo Apple
1. Abre la app de YouTube
2. En la parte superior, en el lado derecho, verás una imagen gris y blanca donde debería estar la imagen de perfil (si no has iniciado sesión) o tu foto de perfil.
3. Si clicas en la imagen y luego en Ajustes (un dibujo de un engranaje) verás que puedes darle a “Filtro Modo Restringido”.
4. Las opciones que aparecerán son “No filtrar” y “Estricto”.
5. Hay que darle a “Estricto”.
Lo malo es que no hay modo de bloquear este modo en la versión para smartphone de la app, por tanto, cualquiera puede desconectarlo si sabe como hacerlo.
Si usas un dispositivo Android
1. Abre la app de YouTube.
2. En la esquina superior derecha, clica en el círculo de la foto de perfil.
3. Selecciona “Ajustes”.
4. Selecciona “General”.
5. Desplázate hacia abajo hasta que aparezca la opción “Modo Restringido” y la seleccionas.
Tanto en Apple como en Android, los ajustes que has seleccionado se guardan automáticamente, pero no hay manera de bloquear este modo, cualquiera puede desactivarlo sin necesidad de contraseñas.
Reto para hacer con tus hijos en YouTube
Llegó el momento de ponerlo en práctica. Aprovecha para mantener una conversación con tu hijo o hija, acerca de lo que quieres que vea o no, de lo que el o ella quiere ver y tus motivos para que no vean determinado contenido.
Te sugiero lo siguiente:
1. Activa el “Modo Restringido” en los ordenadores de casa. No olvides hacerlo en todos los navegadores. En los móviles, aunque es menos seguro si vuestro hijo sabe cómo desactivarlo, es conveniente también hacerlo.
2. Mantén una conversación con tu hijo. Aquí tienes temas y preguntas:

- Pregúntale que cosas suele ver en YouTube, si han visto algo últimamente que les haya incomodado, qué hicieron en esa situación y cual hubiese sido la mejor solución.
¿Qué hacer cuando se encuentren con algo inadecuado?

- ¡Stop! (Apagar el monitor o cerrar la tapa si es un portátil. A veces al querer cerrar la pestaña es cuando se accede a la página no deseada. Por eso es bueno que no intenten cerrarla ellos.)
- Ven a buscarme
- Cuéntame lo que has visto
Es importante no castigar por nada que hayan visto en el pasado, para que tengan la confianza de acudir a vosotros la próxima vez.
BLOQUEA LA PORNOGRAFÍA GRATIS
Entra en esta página y descubre de modo muy sencillo como bloquear la pornografía. Está en inglés, pero puedes traducirlo. En la parte de arriba a la derecha hay un desplegable con los diferentes idiomas.

Plan familiar para acabar con la pornografía
CÓMO CONFIGURAR TIK TOK CON TUS HIJOS
Los que antes eran usuarios de Musical·ly, ahora lo son de TikTok, los llamados musers o tiktokers. Se trata de una aplicación que permite hacer vídeos musicales o de otra índole, que pueden inventarse o copiarse de los que hacen los usuarios con más seguidores. Es una aplicación calificada como red social y sus creadores la destinan a usuarios mayores de 13 años (14 años en España).
Aunque TikTok permite grabar vídeos muy graciosos, también presenta algunos inconvenientes:
—La cuenta se puede vincular con otras plataformas sociales, en el perfil mismo se puede añadir Facebook y YouTube.
—Desde TikTok se puede acceder a cualquier canción para realizar la grabación, y estas pueden tener letras explícitas, no hay modo de controlarlo. —Dentro de la aplicación pueden realizarse compras: los tiktokers adquieren monedas y las comparten con otros usuarios. Si tenéis iPhone aseguraos que desactiváis “Compras dentro de la app” en las restricciones.
—TikTok recoge mucha información de sus usuarios (puedes consultar su Política de Privacidad). Entre ella se incluye información personal, información de las otras redes sociales, localización, contenido que se visualiza en la app, etc.
—Aunque la mayoría de las búsquedas se realizan dentro de lo que se publica en la misma app es posible hacer búsquedas directamente en el buscador de Google, en la sección “Privacidad y Ajustes”.
¿Cómo hacer la cuenta de TikTok más segura?
1.- En la pantalla principal, haz clic en los tres puntos en la esquina superior derecha.
2.- Selecciona “Configuración de privacidad”.
3.- Te aparecerán una serie de opciones. Desactiva “Permitir que otros puedan encontrarme”, y activa “Cuenta privada”, como mínimo.
4.- Para más protección, puedes limitar las interacciones, comentarios y mensajes de “Público” a “Amigos” o “Desactivado”.
Ten en cuenta que en TikTok, a parte de seguir a los amigos por el buscador, también se puede hacer mediante un código QR. Explicad a los niños que no deben compartir este código en la red ni con extraños para que cualquiera no pueda acceder su cuenta.
¿Cómo controlar el tiempo de uso de TikTok?
1.- Haz clic en los tres puntos de la esquina superior derecha.
2.- Selecciona “Desintoxicación digital”
3.- Selecciona “Gestión tiempo de pantalla”. Podrás limitar el uso de la app a 40, 60, 90 ó 120 minutos.
¿Cómo restringir los vídeos que le aparecerán a mi hijo?
1.- Haz clic en los tres puntos de la esquina superior derecha.
2.- Selecciona “Desintoxicación digital”
3.- Selecciona y activa “Modo restringido”. Restringe vídeos no apropiados para todas las edades.
¿Cómo eliminar la cuenta de TikTok?
Si en algún momento decidís dejar de usar TikTok, podéis no tan solo cerrar la cuenta, la podéis eliminar, y así no habrá posibilidad de que nadie encuentre este contenido en búsquedas posteriores.
“Administrar mi cuenta” > agregar número de teléfono (si no estaba ya añadido) > en la parte inferior “Eliminar cuenta” > Enviar código > Ingresar el número > Continuar > Continuar > “Eliminar cuenta”.
Lanzamiento de los últimos controles parentales de Tik Tok
Entra en esta página y verás los últimos cambios. Está en inglés, pero puedes traducirlo. En la parte de arriba a la derecha hay un desplegable con los diferentes idiomas.
DESCUBRIENDO INSTAGRAM
Se trata de una red social pensada para subir fotos y vídeos, destinada a usuarios mayores de 12 años. En España la línea roja está en los 14 años. Con esta app es posible:
- Agregar fotos y vídeos en las historias, que solo estarán disponibles durante 24 horas.
- Enviar mensajes a tus amigos a través de direct.
- Publicar fotos y vídeos en tu perfil.
- Consultar IGTV para acceder a vídeos más largos
- Ver fotos y vídeos de cuentas que no sigues en la sección «Explorar«. Las recomendaciones aparecen según tus preferencias y los likes que has dado.
- Descubrir marcas y comprar productos
- Mandar mensajes de voz de hasta 1 minuto de duración
- Realizar videollamadas de hasta cuatro usuarios a la vez
Pero hay que tener en cuenta que Instagram, como el resto de redes sociales, tiene unos riesgos. Al tratarse de una aplicación que pide “me gusta” como reacción a sus publicaciones, puede ser dañino para la autoestima al ver cómo otros ganan más likes o cómo reciben más comentarios en sus fotos. También al descubrir que subir fotos con unas poses concretas tiene más impacto.
Instagram es la red social que va por delante en casos de ciberbullying y, muchas veces, los padres no somos capaces de detectar las distintas señales: publicaciones ofensivas, comentarios negativos o no ser etiquetado en una foto de grupo.
¿Cómo hacer una cuenta privada en Instagram?
Si tu cuenta es privada los usuarios deben pedirte permiso para poder seguirte. Tan solo tus seguidores pueden ver lo que publicas, al contrario que la cuenta pública, a la que cualquiera puede acceder. Ten en cuenta que esto sigue permitiendo que cualquiera te envíe un mensaje privado.
1.-Haz clic en el perfil, en la esquina inferior derecha
2.-En la parte superior derecha de la pantalla, haz clic en las tres líneas horizontales
3.-Se abrirá otra ventana a la derecha. En la parte inferior, haz clic en el dibujo del engranaje (“Ajustes”).
4.-Desliza la pantalla hacia abajo y selecciona “Privacidad”.
5.-Desliza la pantalla hacia abajo y selecciona “Privacidad de la cuenta”
6.-Activa “Cuenta privada”.
¿Cómo veo los seguidores de una cuenta en Instagram?
1.-Haz clic en su foto de perfil, en la parte de abajo, lado derecho del botón de menú
2.-Haz clic en la palabra “Seguidores” de la parte superior
3.-Escoge entre las dos listas, “Seguidores” y “Siguiendo”. Coméntalas con tu hijo. ¿Es capaz de reconocer a todos sus seguidores?
¿Cómo denuncio contenido en Instagram?
Es fácil encontrar contenido inapropiado a través de los hashtags.
1.-Para denunciar la cuenta completa. Haz clic en los tres puntos de la esquina superior derecha del perfil > “Denunciar” > “Es inapropiado” > “Creo que esta cuenta viola las pautas de la comunidad de Instagram”.
2.-Para denunciar una sola publicación. Haz clic en los tres puntos de la parte superior derecha > “Denunciar” > “Es inapropiado” > “Creo que esta cuenta viola las pautas de la comunidad de Instagram”.
3.-Para denunciar comentarios individuales. Desliza el comentario hacia la izquierda > Haz clic en el signo de exclamación que aparece > Clic en “Contenido abusivo”.
¿Cómo controlar la privacidad de las historias de Instagram?
Sabes que alguien ha publicado una historia cuando la foto de perfil está rodeada por un círculo de colores. Se trata de una foto o vídeo que solo estará disponible durante 24 horas.
1.-Haz clic en tu perfil, en la esquina inferior derecha.
2.-Haz clic en las tres líneas horizontales de la esquina superior derecha.
3.-Clic en “Ajustes” > “Privacidad” > “Historias”
Selecciona la que te interese entre las distintas opciones: solo amigos, bloquear a alguien, mejores amigos… Desde esta opción también se pueden bloquear las respuestas a las historias.
El hecho de que las historias solo sean visibles durante 24 horas no es casual. Los diseñadores de esta app saben que los más jóvenes estarán pendientes de no perderse nada, y así se aseguran de que vuelvan a la app un día tras otro para consumir o para generar nuevos contenidos.
La misma finalidad tiene el “scroll infinito”. Si vamos bajando por la pantalla para ver lo que se ha ido publicando, nos damos cuenta de que esa pantalla es infinita. Solo dejará de cargar datos cuando dejemos de bajar.
Estos dos elementos de la programación de Instagram son solo dos reflejos de la voluntad de sus creadores de “atraparnos” el mayor tiempo posible.
¿Cómo bloquear un usuario en Instagram?
Cuando bloqueas un usuario, este no puede ver tus publicaciones, dejar comentarios ni mandarte mensajes. El usuario bloqueado no recibirá ninguna notificación avisándole de que le han bloqueado, pero puede intuirlo si intenta acceder a tu perfil y ve que no puede hacerlo. Tú sí que podrás ver su perfil, pero no podrás interactuar con él (mandar mensajes, dar like a las fotos…)
1.-Haz clic en el nombre o en la foto del perfil que quieras bloquear. Esto te llevará a su perfil.
2.-Clic en los tres puntos de la esquina superior derecha.
3.-Clic en “Bloquear”.
¿Cómo esconder comentarios ofensivos en las publicaciones por defecto?
1.-Haz clic en tu perfil en la esquina inferior derecha del botón de menú.
2.-Haz clic en las tres líneas en la esquina superior derecha
3.-Haz clic en “Ajustes” > clic en “Privacidad” > “Comentarios”
4.-En el apartado “Filtros”, selecciona “Esconder comentarios ofensivos”.
¿Cómo restringir un usuario en Instagram?
Esta herramienta es la alternativa a bloquear o denunciar seguidores. Los comentarios de un usuario que has restringido no se harán públicos en tu cuenta (aunque él no lo sabrá). Tampoco podrá ver si estás conectado o no, ni si has leído los mensajes directos. En cualquier momento podemos “des-restringir” un usuario.
1.-Haz clic en tu perfil en la esquina inferior derecha del botón de menú.
2.-Haz clic en las tres líneas en la esquina superior derecha.
3.-Selecciona “Restringir Usuario”
Cuando hayas restringido una cuenta, sus comentarios en tus publicaciones solo serán visibles para él, es decir, no sabrá que lo has restringido, que es lo interesante de la herramienta.
¿Cómo controlar quién comenta en tus fotos de Instagram?
1.-Haz clic en tu perfil, en la esquina inferior derecha del botón de menú.
2.-Haz clic en las tres líneas de la esquina superior derecha de tu perfil
3.-Haz clic “Ajustes” > “Privacidad” > “Comentarios”.
4.-Selecciona las opciones que te interesen.
¿Cómo eliminar la opción de comentar tus fotos de Instagram?
1.-Haz clic en una de tus publicaciones
2.-Haz clic en los tres puntos de la esquina superior derecha
3.-Clic en “Desactivar comentarios”.
Ahora llegó el momento de compartir con tu hijo o hija :
1.-Asegúrate de que la cuenta de Instagram de tus hijos es privada.
2.-Revisa quiénes son sus seguidores y ved juntos si los puede identificar a todos.
3.-Decidid qué contenidos va a poder colgar ahí o qué uso le va a dar.
¿Es Instagram seguro para los niños? Respondemos todas sus preguntas sobre el control parental en esta revisión completa de la aplicación.
Entra en esta página. Está en inglés, pero puedes traducirlo. En la parte de arriba a la derecha hay un desplegable con los diferentes idiomas.
CÓMO GESTIONAR LOS CONTACTOS ONLINE (Para prevenir el grooming)
Enseñemos a nuestros hijos e hijas a reflexionar antes de aceptar contactos y reaccionar frente a los problemas que surjan. La unidad didáctica “Saber elegir” de IS4K te será muy útil.
CÓMO DENUNCIAR
Si alguien molesta a tus hijos en internet, lo primero que puedes hacer si se trata de una persona que conoce o del entorno escolar es contactar con quien lo ha enviado y /o a sus padres, así como solicitar mediación en el centro educativo para pedir que deje de molestar y borre los datos. Si el centro no sabe qué hacer, recomiéndales PDABULLING. Si no se resuelve o bien es una persona desconocida, puedes acudir a las opciones de reporte de redes sociales o mensajería y por último a las fuerzas de seguridad. Además, INCIBE pone a tu disposición una línea de Ayuda en Ciberseguridad: 900 116 117, donde acudir para solventar tu problema.

En la cuenta de YouTube que te adjunto, de la Agencia Española de Protección de datos, encontrarás tutoriales para aprender a configurar la privacidad de las principales redes sociales, navegadores y sistemas operativos.
Los centros de privacidad de cada red social son:
En Instragram
En WhatsApp
QR: https://faq.whatsapp.com/21197244/?lang=es
En YouTube
QR: https://www.youtube.com/reportabuse
En Tik Tok
QR:https://support.tiktok.com/es/privacy-safety/report-inappropriate-content-es
Si la situación se repite, consideras que escapa de tu control, o se trata de un caso grave de acoso o de grooming, puedes realizar una denuncia formal a los cuerpos de seguridad o acceder a sus páginas web y facilitar de forma anónima la información del delito. En el formulario te pedirán los datos de la víctima, pero solo se contactará con ella si es su deseo. Ten presente que el hecho de acudir a una ONG o a las páginas de las fuerzas de seguridad no se traduce en una denuncia formal. Si decides llevarla a cabo, es necesario personarse ante las fuerzas, el juez o el Ministerio Fiscal.
Webs para denunciar online:
- Policía Nacional Qr :https://www.policia.es/colabora.php
- Guardia Civil Qr : https://www.gdt.guardiacivil.es/webgdt/pinformar.php
- Mossos d’Esquadra Qr : https://mossos.gencat.cat/ca/temes/Internet-xarxes-socials-i-aplicacions/
- Ertainza Qr: Enviar correo a: di@ertzaintza.eus
- Agencia Española de Protección de Datos Qr : https://www.aepd.es/canalprioritario/
- Policía Foral de Navarra Qr: http://www.navarra.es/home_es/Temas/Seguridad/
Hablando con familias, he comprobado el desconocimiento general acerca de los pasos a seguir cuando sus hijos han sufrido algún tipo de acoso, extorsión o abuso en las redes. ¿Qué puedo hacer? ¿Qué responsabilidad tengo como padre, madre o educador?
Si deseas saber más sobre aspectos como la responsabilidad que tenemos padres y educadores, como presentar pruebas o el tipo de delitos, te recomiendo esta guía de IS4k sobre actuación ante el ciberacoso:
RECURSOS OARA MANTENER CONVERSACIONES CON TUS HIJ@S SOBRE TECONOLOGÍA
Ciberacoso, redes sociales, privacidad y seguridad en línea, dispositivos, equilibrio…
https://www.commonsense.org/education/toolkit/audience/family-engagement-resources-in-spanish
Bibliografía relacionada:
• La inteligencia que aprende, José Antonio Marina.
• Ser padres desde el corazón, Inbal Kashtan.
• Educar a los niños desde el corazón, Marshall B. Rosenberg.
• Forma parte del contenido de formación para familias de FAM y l’Associació de Consumidors de mitjans Audiovisuals de Catalunya ideado partir de recomendaciones de Protect Young Eyes y Covenant Eyes.